
Propuesta para el Pacto Escolar en Euskadi (2022-2030)
Han pasado casi tres décadas del “Acuerdo Político para el Pacto Escolar” (1992), alumbrado con el propósito de hacer frente a la compleja situación educativa de aquel momento, caracterizada por una bajada de la natalidad, un precario equilibrio entre redes, una necesidad de clarificar el entramado institucional escolar, todo ello ante la inminente aplicación de una reforma educativa con cambios sustanciales en la configuración de las etapas educativas. Al año siguiente (1993) se aprobaron la Ley de la Escuela Pública Vasca y la Ley de Cuerpos Docentes, y se pusieron en marcha los mecanismos para la publificación de parte de las Ikastolas.
Desde entonces, la educación formal vasca ha ido avanzando con logros incuestionables en indicadores que nos sitúan muy por encima de la media de países desarrollados y que han contribuido a la mejor formación y una participación más activa de la ciudadanía de nuestro país, así como a un fortalecimiento de la cultura e identidad vascas. Sin embargo, los vertiginosos cambios sociales de estas tres décadas nos sitúan ante nuevas realidades que afrontar y nos impiden conformarnos con algunas conquistas. La evolución experimentada por nuestra sociedad en muy variados aspectos, la configuración de un nuevo escenario de retos, amenazas y oportunidades como son la educación para un nuevo mundo incierto que experimenta los límites y contradicciones de su crecimiento, el aprendizaje centrado en competencias, un nuevo descenso de la natalidad, los flujos migratorios en una sociedad cada vez más intercultural, el uso cotidiano de las nuevas tecnologías, el fenómeno creciente de la segregación escolar, el estancamiento del uso del euskara… nos obliga a una actualización de los pactos, imprescindibles para cualquier avance. Es la hora de salir del confort de marcos e inercias conocidas, afrontando desde la raíz los conflictos de intereses existentes para darles una salida justa y socialmente satisfactoria.
La sociedad vasca, particularmente el mundo de la educación formal lleva años reclamando la necesidad de repensar el ámbito escolar, de reconfigurarlo y de hacerlo por medio de acuerdos. Este ha sido un tema recurrente en legislaturas anteriores, aunque no ha podido plasmarse en acuerdos tangibles. Pero nos asiste la convicción de que esta urgencia debe ser resuelta sin más demora, y a ello obedece el presente Acuerdo con el que, quienes abajo nos adherimos, tratamos de dar una respuesta pactada, a la altura del momento histórico actual, que permita dar un nuevo impulso a la educación de Euskadi.
El presente Acuerdo está estructurado en tres capítulos. El primero se refiere a las cuestiones que afectan a la propia configuración de la educación vasca como sistema educativo. El segundo, al eje relacionado con la equidad y la cohesión social y el tercero al eje de calidad, es decir, a aquel conjunto de medidas que hay que adoptar para llevar a nuestra educación a mayores cotas de excelencia, a la altura de los desafíos de nuestro tiempo.
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